Wednesday, February 22, 2012

Silenciando al Saboteador

Laura ha preparado su presentación de negocio. La misma se realizará en dos horas frente a sus jefes y una persona que, de realizar en forma exitosa la exposición, se convertirá en un nuevo cliente de la empresa para la que trabaja.

Estuvo días elaborando el proyecto. Estudió minuciosamente todos los detalles. Pero ahora, a poco de alcanzar la meta, una voz en su mente le dice: - No vas a lograrlo; por qué te darían la cuenta a ti; nunca fuiste demasiado buena en esto, solo tuviste suerte…



¿A quién pertenece esa voz que, repentinamente aparece en la mente de Laura y en la de muchos a la hora de probar nuestro potencial?

Permítanme  presentárselas. Se llama El Saboteador, un arquetipo (una forma de pensamiento pre existente) que todos tenemos y que se encuentra cómodamente instalado en nuestra mente desde muy temprana edad. 

Surge, entonces, la pregunta: - Quién le da letra a ese Saboteador?... porque yo no recuerdo haberlo hecho, simplemente, un día apareció y nunca más se fue.
Como ya lo expresé en otras oportunidades: Cuando nacemos, no somos nosotros los que entramos en el mundo sino que es el mundo que entra en nosotros. Y lo hace a través de todo lo que nuestros padres y quienes nos rodean  expresan, entre otros aspectos, a través del lenguaje.

A medida que pasan los años se van grabando en nuestra memoria frases que hablan de  quienes ellos dicen que somos, cómo ellos dicen que somos. Y, en la mayoría de los casos, se trata de un lenguaje que, lejos de interpretarlo como algo que nos hace sentir plenos, nos invalida, nos desautoriza, nos critica. Necesitamos entender que es el mismo lenguaje que han utilizado con ellos.

Y este el libreto del Saboteador. Funciona como cuando empezamos a escuchar una canción de moda; la repetimos de manera inconsciente, sin darnos cuenta, hasta que se nos graba.

¿Podemos terminar con el Saboteador? No… pero podemos hacerlo callar mostrándole, cada vez que aparezca, que en mi mente YO decido y que le ordeno dejar de hablar. En esos momentos la visualización de dicho personaje es importante porque me permite identificarlo.

Una vez que lo observo callado, ubicado en algún lugar en mi mente, voy reemplazar ese antiguo libreto por uno nuevo, creado por mí, que me lleve a un espacio de superación, por ejemplo: -Eres muy buena en lo que haces; Felicitaciones por tu logro (a ti misma), lo mereces; confío en ti, eres genial.

Una mujer me preguntó en un Seminario:

- ¿Cómo voy a decir todo eso si sé que no es cierto?

A lo que respondí:

- ¿Y como sabes que lo otro, lo que venías escuchando, es cierto?

Si  tienes la posibilidad de pensar que sirves ó que no sirves… cuál eliges? Porque ambas opciones  sólo están en la mente y, de acuerdo a la elección que hagas, construirás tu futuro.

Te propongo que empieces a cantar una nueva canción, inventada por ti, que te permita crear, a través de tu lenguaje, una nueva realidad, más alegre, más permisiva, menos crítica, que te muestre el profundo amor y respeto que sientes por ti.

Y cuando aparezcan personas que te critiquen, que no te valoren, piensa:
No hay Saboteador externo si no hay uno interno que le dé letra.



1 comment:

  1. Muy valorable tus palabras Elisa y me alegra haber descubierto este nuevo espacio tuyo.
    Muy cierto lo que expresás en cuanto a "esa vocecita interior" que casi todos tenemos y me encantó el que propongas " que cantes tu propia canción". Me parece perfecto como ejemplo.
    Gracias por compartir.

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